lunes, 11 de marzo de 2013

Lubricantes para cables


No todos los lubricantes que se vienen empleando en la práctica son adecuados para el cable

Algunos de los lubricantes que se vienen usando en las instalaciones de cable bajo tubo tradicionalmente -aceite para consumo alimentario,jabón lavavajillas, etc.- han llegado a popularizarse más por la facilidad con la que podemos encontrarlos a poca distancia de la obra (hoy en día se venden hasta en gasolineras) que por sus beneficios para el cable o incluso su precio.
Es cierto que algunos, como el aceite, reducen el rozamiento considerablemente, pero
¿Es este factor suficiente para considerarlo adecuado o existen otras circunstancias a tener en cuenta?

¿Qué parámetros caracterizan a un lubricante?

Cualquier fabricante de lubricantes que se precie debería ser capaz de facilitarnos la siguiente información
1. Compatibilidad: Para qué tipo de materiales es adecuado ¿es apto para el tipo de cables que vamos a instalar?
No todos lo son. Especialmente delicada es la aplicación determinadas grasas industriales que no han sido testadas en este tipo de usos y que producen daños en la cubierta.
2. Rendimiento: ¿Qué cantidad de lubricante necesito aplicar y en qué medida va a reducir el rozamiento?
Con frecuencia, los comerciales de las marcas exaltan el segundo factor, obviando el primero. Conviene recordar que un dato sin el otro no significa nada.

3. Composición y aditivos: Hoy en día se pueden dividir los lubricantes en dos grandes categorías, grasos y de base acuosa. Los segundos presumen de no dejar residuos sobre la cubierta al secar y ser menos inflamables. No obstante, tienen la desventaja de diluirse fácilmente a su contacto con el agua y perder así su efectividad. Para evitar esto, algunos lubricantes de base acuosa son siliconados.
4. Forma de aplicación y dosis recomendadas.
5. Advertencias -si procede- y efectos sobre la salud, o por el contrario, indicación de inocuidad del producto.


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